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Chiara Appendino, la recientemente electa alcaldesa de la ciudad italiana de Torino en el marco de su programa de gobierno para la localidad, incluyó un plan quinquenal para reducir el consumo de carne y así convertir a la ciudad en un centro mundial de cocina vegetariana, pese a que la región de Piedemonte se caracteriza por su alta ingesta de productos derivados de animales.
Al respecto, la alcaldesa afirmó que “la promoción de una dieta vegana o vegetariana es un acto fundamental para resguardar nuestro medio ambiente, la salud de nuestros ciudadanos y el bienestar de nuestros animales”. Esta política también contempla iniciativas educativas en las escuelas, para que los niños aprendan a comer bien y a la vez contribuyan a la protección del planeta y de los animales, así como un mapa veggie para los turistas y un día libre de carne la semana.
Ante las críticas de los productores de carne Appendino ha insistido en que, pese al respeto por la tradición culinaria de la región, es importante visibilizar otras formas de alimentación que tienen un impacto positivo en el medio ambiente y en la salud de las personas, en concordancia a los reportes más recientes de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud.
¿Y qué pasa en Chile? Una iniciativa similar es el proyecto de ley “Mi Menú Vegano” que regula la provisión de alimentos vegetarianos en establecimientos públicos. No obstante, la incorporación de medidas de este tipo aún no es una prioridad en el estamento político, por eso, y considerando que se aproxima un año electoral, parece más importante continuar trabajando por difundir y posicionar esta temática en la agenda pública.
