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El mandatario surcoreano, Moon Jae-in, planteó este lunes prohibir el consumo de perros en el país asiático, práctica que ha experimentado una baja considerable en los últimos meses.
La moción del presidente va de la mano de una disminución en la ingesta de este tipo de carne. Además, que existe una mayor presión por parte de grupos activistas para terminar con una práctica que consideran abusiva. “¿No ha llegado el momento de considerar prudentemente la prohibición del consumo de carne de perro?”, preguntó Moon al primer ministro, Kim Boo-kyum, durante una reunión semanal.
Las mismas declaraciones habrían sido emitidas cuando se le informó sobre un plan para mejorar el sistema de cuidado de los animales de compañía abandonados. En Corea del Sur, si bien existe una ley de protección animal, no prohíbe que sean alimento para los lugareños.
Sin embargo, las autoridades han invocado dicha ley y otras regulaciones de higiene para tomar medidas enérgicas contra las granjas de perros y los restaurantes ante eventos internacionales como los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018.
Moon es un conocido amante de los perros y tiene varios caninos en el recinto presidencial, incluido uno que rescató después de asumir el cargo, al que llamó Tory, el que se convirtió en el primer perro de rescate en llegar a la Casa Azul.
La carne de perro forma parte de la cocina y tradiciones del país asiátcio, donde se cree que alrededor de 1 millón de perros se comen anualmente, aunque su consumo ha ido en disminución por la consciencia y la adopción de estos animales como compañeros de vida.
Otro punto es que esta tradición comienza a verse como tabú entre las generaciones más jóvenes y más teniéndose en cuenta la constante presión de grupos activistas animalistas y su presencia alrededor del mundo, abogando por los derechos de los animales.
