Perros y gatos vegetarianos

¡Hola zanahorias!

Mientras pensaba frente a mi computador qué escribir en mi columna de esta semana, se acercó mi gata Greta (quien siempre quiere estar cerca de los computadores)… eso me hizo reflexionar acerca del vegetarianismo y de los beneficios de este estilo de vida, tanto para la salud de aquellos que lo comparten, como para los animales que son víctimas de la industria de la carne y sus derivados.

La pregunta más importante al respecto –y sobre la que no tengo una respuesta clara aún– tiene que ver con la dieta de los gatos

y/o perros que viven con nosotros: si estoy convencida de las ventajas de ser vegetariano y de la condición de individuo con intereses y vida propia de cada uno de los animales, ¿qué debería darle de comer a mi gata? ¿debería darle comida de gatos vegetariana? ¿es eso lo qué ella quiere o la estaría obligando a ir contra su instinto o voluntad? ¿una dieta vegetariana o vegana es buena para su salud? ¿es incorrecto en términos éticos darle comida basada en otros animales?

Greta

Sobre este tema, es interesante considerar el estudio Vegetarian versus Meat-Based Diets for Companion Animals realizado por Andrew Knight y Madelaine Leitsberger el año 2016, el que examinó los resultados de cuatro estudios previos respecto a la adecuación nutricional de las dietas vegetarianas para gatos y perros, así como la solidez nutricional de ambos tipos de dieta, y además encuestaron a doce empresas de alimentos para animales.

Según dicho artículo, los gatos y los perros son considerados carnívoros, no obstante la domesticación de los perros hace 33 mil años propició su adaptación a una dieta omnívora (el caso de los gatos es distinto, por su reciente domesticación hace 10 mil años). Sin embargo, lo anterior poco tendría que ver con el estilo de vida actual de estos animales que llevan dietas basadas en productos fabricados industrialmente, los cuales pueden contener productos no considerados adecuados para el consumo humano [1].

En cuanto a la idea de que es natural que los animales coman carne, Knight y Leitsberger  dicen que, primero, la idea de “natural” es imprecisa y, segundo, existen diferencias significativas entre la comida que estos animales cazarían en la naturaleza  y las que se incluyen como ingredientes de los pellet, que contienen además compuestos artificiales. Sostienen también que los perros y gatos que sigan una dieta basada en plantas podrían evitar estos riesgos, pero quienes los cuidan deben preocuparse de la malnutrición usando un alimento comercial nutricionalmente completo o con suplementos  a una dieta vegetariana casera (De todos modos, y cualquiera sea la opción que se tome, es importante mencionar la importancia de llevar a nuestros compañeros no humanos regularmente al veterinario).

Si bien, “La alimentación vegana para los compañeros animales surge ante la creciente preocupación de los guardianes de animales, que adoptaron el veganismo [y el vegetarianismo] por motivos éticos. A esto se suma el interés por evitar los problemas de salud –por ejemplo, las alergias– causados por algunos de los ingredientes del alimento balanceado con ‘carne’. Sin embargo, se trata de un tema controversial” [2], pues en definitiva, la respuesta a esta problemática es de orden ético…

 

¿Qué opinan ustedes?

 

 

 

 

[1] Se refiere a la denominada carne 4-D, que proviene de animales enfermos, agonizantes o muertos al llegar al matadero, a las etiquetas identificadoras de las reses que no son removidas y a la carne que los supermercados desechan, a la que en algunos casos no le sacarían el envoltorio plástico antes de hacer el pellet.

[2]Anima, 2013, “Compañeros animales saludables, dieta vegana para perros”. Disponible en https://www.anima.org.ar/wp-content/uploads/2015/12/perros-saludables.pdf