Las ballenas voladoras

Las ballenas jorobadas quizás sean los ejemplares insignes de su especie. Basta escribir “ballena” en nuestro buscador de web favorito, para encontrarnos con cientos de imágenes de ellas: Majestuosas, imponentes, volando por los aires o sumergidas, nadando con una singularidad y prestancia única, a través de un azul prístino y profundo.

A pesar de lo grandiosas y únicas que estas gentiles gigantes -12 a 16 metros de tamaño- puedan verse hoy en día, cuyos comportamientos suelen brindar un espectáculo único para aquellos turistas de avistamiento, no siempre fueron entendidas así.

Las ballenas jorobadas, al igual que otros cetáceos, fueron objeto de una brutal industria ballenera, alcanzando incluso el riesgo de la extinción, viendo su población mermada en un 90% hasta que una moratoria internacional –establecida en 1982– finalmente decidiría protegerlas.

A pesar de que su población de manera paulatina ha ido incrementando sus números, hoy en día aún existen otros severos riesgos que deben enfrentar: enmallamiento con redes de pesca y redes fantasmas, coaliciones con embarcaciones y disminución de su alimento, como efecto directo de la irracional sobrepesca que –exclusivamente- el ser humano se encuentra efectuando.

¿Cuáles son las características principales de las ballenas jorobadas?

  1. Los machos “componen” complejas canciones, con ritmos y estrofas determinadas, que pueden alcanzar los 20 minutos de duración y ser interpretadas por horas, sin interrupción. Si bien el objetivo de estos cantos no es claro, estudios científicos señalan que podría tratarse de disputa con otros machos, coordenadas de ubicación e incluso cantos de apareamiento.Un dato curioso es el hecho de que se han visto ejemplares “cantando” canciones similares, pero con variaciones en versos y estrofas, dependiendo del lugar geográfico en el que se encuentren. Esto podría indicar que las canciones se van modificando de “generación en generación” o que, simplemente, se modifiquen dependiendo del contexto y necesidad.
  1. Se estima que una ballena jorobada puede recorrer distancias, durante procesos migratorios, de hasta 25.000 kilómetros, cada año.La mayoría de las ballenas jorobadas tienden a migrar a lugares fríos como Alaska y Antártida, durante etapa de deshielo, ya que aquí es cuando pueden acceder a la obtención de mayor cantidad de nutrientes y alimentos posibles. La mayoría de las ejemplares preñadas deciden migrar a estas zonas para alimentarse y, posteriormente, migrar a lugares cálidos para dar a luz.
Ballena jorobada en Antártida, 2013. Imagen: Sea Shepherd
  1. Las ballenas jorobadas se alimentan, principalmente, de krill y pequeños peces. Su inteligencia es tal, que en grupos de 2, 3 –hasta inclusive 60 ejemplares- desarrollan verdaderas estrategias de captura de alimento, destacando la técnica consistente en crear una verdadera red de burbujas en torno a sus presas, obstaculizando su visibilidad y desorientándolas. Se dice que la energía liberada por las exhalaciones que las ballenas realizan es tan potente, que genera una verdadera red sónica en el exterior de esta red de burbujas, alcanzando hasta los 4.000 Hz y haciendo imposible a los peces escapar de ella.No todas las ballenas jorobadas tienen conocimiento de esta técnica, lo cual indicaría que es un conocimiento adquirido y que para ello debe existir una interacción y comunicación con otros ejemplares. Un verdadero trabajo en equipo.
Pareja de ballenas jorobadas en Antártida, 2013. Imagen: Sea Shepherd.
  1. El nombre de ballena “jorobada” deriva, básicamente, del hecho de que al momento de sumergirse sus espaldas se curvan, formando una verdadera y visible joroba.

Hoy en día, se estima que existe una población de 80.000 ejemplares en el mundo, contando con unos 18.000-20.000 ejemplares en el Pacífico Norte, 12.000 en el atlántico norte y aprox. Unos 50.000 en el cono sur. Antes de que el ser humano cobrara la vida de miles de ejemplares, se estimaba que la población alcanzaba los 125.000 a nivel mundial.

Luego de leer sólo un poco sobre estos increíbles ejemplares y todo lo que desconocemos de ellos, vale preguntarse por qué el ser humano sigue invirtiendo y malgastando tanto tiempo, intentando buscar inteligencias superiores en el exterior, cuando aquí mismo estamos a años luz de entender y empatizar con todos quienes nos rodean y –más aún- llevan millones de años más que nosotros en este lugar y de cuyas capacidades intelectuales ciertamente muchísimo podríamos aprender.

Campaña de protección de ballenas 2013, Operation Zero Tolerance//Sea Shepherd Global.