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A través de una denuncia a la empresa de Elon Musk, Neuralink, se reveló la muerte de 15 monos macacos en experimentos donde se les introducían chips en sus cerebros mediante diferentes intervenciones, con el fin de avanzar en tecnología de inteligencia artificial.
El empresario multimillonario sudafricano, Elon Musk, está en la mira de la prensa y la opinión pública debido a los experimentos a 23 monos macacos que se realizaron en su empresa Neuralink —dedicada al estudio de la neurociencia—, donde 15 de ellos terminaron muertos o sacrificados productos de las fallas en las pruebas, según los registros oficiales de la Universidad de California en Davis (US Davis), institución que posee una alianza con la industria del magnate.
Se tratan de experimentos hechos entre 2016 y 2020 que contemplaban la extirpación de partes del cráneo de los mamíferos para implantarles electrodos en el cerebro como parte del desarrollo de una “interfaz cerebro-máquina”.
Esta situación se reveló gracias a que el Comité de Médicos por una Medicina Responsable presentó una denuncia ante el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) contra la UC Davis, por violaciones de la Ley Federal de Bienestar Animal relacionadas con experimentos cerebrales invasivos y mortales realizados en los 23 monos parte del estudio.
Según sostiene este Comité integrado por más de 17.000 médicos, a través de un comunicado en su web: “La UC Davis recibió más de 1,4 millones de dólares de la empresa Neuralink de Elon Musk” para llevar a cabo las pruebas durante cuatro años. La denuncia se basa en casi 600 páginas de documentos que fueron publicados por la Universidad involucrada luego de que este Comité realizara una solicitud de registros públicos en 2021.
En la misma publicación, explican que “Neuralink y el personal de la UC Davis no proporcionaron a los monos moribundos los cuidados veterinarios adecuados (…) y utilizaron una sustancia no aprobada conocida como ‘Bioglue’ que mata a los monos destruyendo partes de sus cerebros y no velaron por el bienestar psicológico de los monos asignados al experimento”.
Además, esta organización de médicos presentó una segunda demanda de registros públicos en el Tribunal Superior del Condado de Yolo para obligar a la UC Davis a divulgar videos y fotografías de los monos.
Por su parte, Neuralink, publicó un comunicado al respecto, donde se excusaron indicando: “En la actualidad, todos los dispositivos y tratamientos médicos novedosos deben ser probados en animales antes de que puedan ser probados éticamente en humanos. Neuralink no es el único en este sentido”.
